Cuando el director pronuncia su nombre, Nadine* salta de su asiento y se dirige rápidamente al escenario. Saluda a los profesores, agarra su certificado y se vuelve para mirar a montones de niños que la vitorean. Ella, con timidez, trata de ocultar su sonrisa tapándose con la mano, pero todos los que están en la sala notan su… Sigue leyendo →←